20 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Los expertos expresan que el gran número de estos eventos aumenta un interés volátil en España y las cancelaciones masivas perjudican a promotores

La otra cara tras la 'fiebre' de festivales musicales: La saturación del sector amenaza su continuidad a largo plazo

El auge de la música en directo satura el verano con festivales de música en toda España
El auge de la música en directo satura el verano con festivales de música en toda España
Los festivales de música han generado un nuevo modelo de comercio musical y han cambiado el paradigma del mercado de la música en vivo. La saturación de festivales se intensifica en verano, reuniendo una gran cantidad de espectadores y un enorme volumen de recursos que acaban por generar un gran impacto, positivo y negativo, para las ciudades que los albergan. En 2022 solo los 10 festivales más concurridos consiguieron vender más de 2.000.000 entradas, un número que progresa a la alza.

La música constituye uno de los motores más primitivos del ser humano. Desde que nacemos, las melodías inundan nuestra vida, permitiendo que cada persona cree su propio medio de expresión. Así, la música consigue agrupar a comunidades muy diversas, pero que comparten un nexo muy fuerte.

En los últimos años las experiencias colectivas también se han intensificado. Tras un largo periodo en el que la Covid-19 nos alejó a los unos de los otros, la tendencia actual es la vuelta a la masificación. En ese contexto, los festivales de música son cada vez más numerosos y acumulan un amplio público.

Este modelo de comercio musical ha conseguido cambiar el paradigma del mercado de la música en vivo, creando un consumo intenso e inmediato. La gran cantidad de espectadores que reúne y el enorme volumen de recursos que se mueven acaban por generar un gran impacto para las ciudades en las que se albergan, tanto positivo, como negativo. Además, se crea una experiencia totalmente nueva para el público, en algunos casos artificial.

El boom de los festivales es un hecho, también en España. Estos espectáculos siguen en alza y se prevé aún una mayor facturación este 2023. Según datos del Anuario de la Música en Directo de la Asociación de Promotores Musicales (APM) de España, la industria de música en directo recaudó 459,2 millones de euros en venta de entradas en 2022 en nuestro país, bastante por encima de los 382.5 millones de 2019, antes de la pandemia.

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Los festivales de música siguen en alza en España

Una gran parte de esta cifra es fruto de los festivales de música, pues teniendo solo en cuenta los 10 más concurridos, ya se vendieron 2.259.183 entradas en 2022. A esto se une que en el pasado año las cifras de facturación de venta de entradas fueron las más altas jamás registradas. Se superaron los 459 millones de euros, según el último Anuario de la Música en Vivo de la Asociación de Promotores Musicales (APM) de España.

Esto refleja un incremento del 191,33% respecto a 2021, pues fue un año en el que seguían existiendo limitaciones por la situación sanitaria. Sin embargo, hay que resaltar que la cifra muestra también un incremento del 20,03% respecto a 2019, el año en el que la recaudación fue la más alta desde que la APM realiza el seguimiento de los festivales. 

Pero no solo son las entradas, el número de festivales también aumenta. Según datos del Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2021 se celebraron 874. Indicios que ya marcaban el inicio de una tendencia ascendente.

Por su parte, CataluñaAndalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid se colocan en la cima de los destinos más demandados por los festivales. El turismo musical se traduce en un impacto económico cuantioso para las ciudades de destino. Desde el alojamiento, al servicio de restauración y el propio transporte se ven beneficios por la llegada masiva de seguidores.

Y es que los grandes conciertos, como el Coldplay en Barcelona el mes de mayo, o la próxima visita de Taylor Swift a Madrid, en mayo del próximo año, han demostrado la capacidad para generar grandes traslados de espectadores desde todos los rincones de España.

A pesar de todo, también existen algunos inconvenientes en la realización de estos espectáculos. Sobre todo para los ciudadanos que residen en zonas colindantes a los recintos festivaleros, los ruidos, los residuos y los fallos de logística han sido motivo de denuncia por varias comunidades vecinales. Es este el caso del festival Mad Cool, que se celebró en Madrid en el mes de julio.

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Los festivales de música generan grandes movimientos de personas

Algunos de los festivales más destacados son el Arenal Sound, el Primavera Sound, el Mad Cool, el FIB de Benicassim, el Resurrection Fest o el Viña Rock. Sin embargo, existen muchos otros que abarcan casi todos los géneros musicales y dan cabida a un gran número de aficionados.

Aunque el éxito de los festivales sea ya algo tangible, el impacto de la inflación en el sector ha supuesto un problema. Desde la Asociación de Festivales de Música (FMA) explicaron a la Agencia EFE que “sin duda, los festivales se han posicionado como un sector al alza”.

Sin embargo, Albert Guivernau, economista y especialista en el sector musical, afirma a la agencia que “la inflación rebaja un poco la euforia del sector y las ganancias no crecerán tanto a causa del incremento de los precios, que ha sido asumido por las propias empresas”.

Una manera de descubrir artistas nuevos

Los festivales son una gran oportunidad para disfrutar de multitud de artistas en un corto periodo de tiempo. El precio de su entrada suele ser muy reducido en relación al gran número de artistas que acuden, siendo así la experiencia un gran método para descubrir nuevos artistas y géneros musicales.

Sin embargo, hay personas que acuden para disfrutar exclusivamente de un solo artista, por lo que, en algunas ocasiones, resulta complicado que los cantantes conecten con un público tan diverso. Recientemente, la cantante Bad Gyal hizo eco de este problema en uno de sus conciertos que se celebraba en el Boombastic de Alicante, el pasado 19 de agosto.

La intérprete se sinceró durante su espectáculo: “En los festivales a veces me siento un poco extraña porque hay gente aquí delante como con una cara de observar, de juzgar, de no estar disfrutando”. Bad Gyal invitó a los asistentes a intentar disfrutar y añadió: “Yo os recomiendo, si estáis aquí, intentad pasarlo bien, intentad disfrutar, intentad dejar el juicio”.

La cantante ha sido duramente criticada en muchas ocasiones por el estilo de música que crea. El uso de Auto-Tune, un procesador de audio que sirve para afinar y modificar voces, en sus canciones es diana de contundentes burlas ante las que se defiende: “Los que sí que me conocéis y me queréis ya sabéis como soy, sabéis lo del Auto-Tune, sabéis lo de la faldita corta, sabéis que muevo el culo”.

Finalmente, continuó su concierto tras alentar de nuevo al público a divertirse con la música: “Nada, que los que estéis aquí os lo disfrutéis y que si no os gusta o no lo estáis pasando bien, yo qué sé, es enorme el festival yo creo. Venga, vamos a seguir”, concluyó.

¿Es sostenible en el tiempo?

Varios festivales han tenido que ser cancelados este verano, por ejemplo, el Reggaeton Beach Festival y el DCODE. Además, la edición madrileña del Primavera Sound no se celebrará en 2024. Como afirmó la economista y miembro de la Asociación de Mujeres e Impacto Musical, Paula Simó, a EFE, “existe saturación y la burbuja existente puede explotar”.

Por ahora, es evidente que los festivales son un gran motor económico en España. Los datos muestran que la última edición Bilbao BBK Live ha dejado 26,5 millones de euros en la ciudad vasca, según la promotora Last Tour y el Ayuntamiento. De igual manera, la promotora del FIB en Benicàssim calcula un beneficio de 42 millones y el Primavera Sound estima una recaudación de en torno a 150 millones de euros en Barcelona.

La música alberga un poder que continuará moviendo a cientos de personas: en conciertos, en el altavoz del coche o a todo volumen en los auriculares. Cada año, los festivales también seguirán reuniendo a multitudes que disfruten de la música, aunque en muchas ocasiones acabe banalizada.

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