20 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Sadio Mané, a sus 31 años y tras un mal año en el Bayern de Munich alemán, se suma a la larga lista de deportistas que se marchan a Asia Occidental

Arabia Saudí rompe el mercado del fútbol tradicional con jugadores de futuro a base de talonario

Arabia Saudí ha puesto el foco en el fútbol como vía para abrirse al mundo y lograr una mayor internacionalización del país. Para ello han creado un Fondo de Inversión Público que es la joya de la corona de toda inversión saudí y es el principal músculo económico que sostiene el gran número de fichajes que están realizando los clubs. El cambio de paradigma es claro: de fichar a viejas glorias en su ocaso, a centrarse en futbolistas con años de carrera por delante. Mané, el último en llegar.

La seguridad económica y la ambición por seguir ingresando dinero son dos vías que el deporte profesional, concretamente el fútbol, cubren a partir de cierto nivel. También hay ofertas y contratos a los que no se les puede decir que no.

En el fútbol, sobre todo en los últimos tiempos, los destinos más exóticos estaban condicionados bajo varios denominadores comunes: el ocaso de la carrera del propio futbolista y la oportunidad para firmar un último gran contrato. Una aventura que iniciaron en Rusia y China, dos países que se llevaron a buena parte de jugadores en la flor de su carrera. Sin embargo, el despilfarro de los clubs se hizo insostenible y la burbuja se pinchó.

Hulk, una talento brasileño, durante su paso por el Zenit de San Petersburgo .

Ahora, en pleno 2023 ha emergido un tercer jinete que sí parece tener todo bien atado: Arabia Saudí. Un campeonato que está inmerso en un proceso de crecimiento, pero que acaba de cambiar las reglas del mercado. Un destino que antes era elegido por las grandes estrellas para gozar de sus últimos encuentros, ahora pretende convertirse en una potencia mundial. "Creo que la liga saudí puede ser una de las cinco mejores ligas del mundo”, manifestaba Cristiano Ronaldo a los pocos meses de haber llegado.

El punto de inflexión 

El aterrizaje de Cristiano Ronaldo en la Saudí Pro League abrió el camino a muchos otros futbolistas. A sus 38 años sí que parecía una retirada cómoda en una liga menor, pero todo lo contrario. El luso se mostró ambicioso y la llegada de un jugador con un palmarés difícil de igualar suponía un reclamo para el resto.

Precisamente sería otro Balón de Oro como Karim Benzema uno de los siguientes en aterrizar en Arabia. El galo abandonaba Madrid para unirse a las filas del Al Ittihad. No es el único. Jugadores con cuerda para dar guerra en Europa y pretendidos por equipos de la élite del viejo continente han elegido los millones saudíes. Llama la atención cómo jugadores del nivel de Brozovic o Rubén Neves eligieran el país de Oriente Medio (hay que recordar que ambos contaban con el interés del FC Barcelona y más clubes europeos).

Los conjuntos árabes no solo van en busca de viejas glorias o jugadores maduros, su afán por dotar a la Saudí Pro League va mas allá. El ejemplo claro es la inversión realizada por el Al Hilal. El conjunto azulón desembolsó 60 millones de euros para fichar a Malcom, el extremo de 26 años que militó en el Barça. Se convierte así en el traspaso más caro de la venta de fichajes estival. 

Malcom en su presentación con el Al Hilal.

También destaca la marcha de todo un capitán e institución del Liverpool como Jordan Henderson, o la del reciente campeón de Champions League, Riyad Mahrez. La lista la completan jugadores de la talla de Eduard Mendy, Firmino, Milinkovic-Savic, Kanté, Koulibaly, Fabinho o el último en sumarse, Sadio Mané.

En las últimas horas siguen vinculándose nombres de grandes futbolistas con ofertas millonarias del país de Oriente Medio. Los dos últimos en salir a la palestra son Marcos Llorente, uno de los pilares del Atlético de Madrid del Cholo, y Franck Kessié, que aterrizó hace un año en la Ciudad Condal. De hecho el costamarfileño ya habría dado el sí al Al Ahli

Arabia ha demostrado que su estrategia no pasa por convertir a la liga en un conglomerado de estrellas mundiales. Por ello han decido apostar fuerte por los técnicos que van a dirigir en los clubes. Nuno Espírito Santo, Steven Gerrard o Jorge Jesus son entrenadores con grandes currículums que se suman al tren de millones árabe. Además, hay que sumarle la contratación del jovencísimo Matthias Jaissle, técnico formado en la factoría Red Bull, pretendido por media Europa.

Los millones saudís, nueva tentación

Arabia Saudí ha decidido abrirse al mundo y dejar de ser un país conocido, casi exclusivamente, por sus grandes reservas de petróleo. Sus vecinos cataríes pueden ser los culpables, aunque de forma inconsciente, de todas las iniciativas que están llevando a cabo los saudís en su fútbol. La organización del último Mundial habría producido cierta envidia.

Cristiano Ronaldo sorprendía al mundo el 30 de diciembre de 2022. Una fecha en la que el luso ponía punto final a su carrera en Europa y emprendía un nuevo reto en el Al Nassr saudí. Pese a que encamina el ocaso de su carrera, se convirtió en el mayor fichaje de la historia si se suman el salario y las comisiones que recibirá el futbolista, cifra que ronda los 500 millones de euros.

La estrella lusa sería el primer movimiento del fútbol árabe para cambiar las reglas del mercado. La primera piedra del proyecto del Príncipe heredero Mohamed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud para convertir Arabia Saudí en el nuevo epicentro del fútbol mundial. Una idea que se sustenta en dos pilares que poco tienen que ver con el fútbol, pero que sostienen toda la inversión que se está realizando en el balompié: su plan Visión 2030 y una reforma del sistema financiero. Algo palpable a nivel internacional, son la sexta competición con mayor gasto en fichajes (301 millones euros), por delante de La Liga (250 millones).

El Fondo de Inversión Pública (PIF) es el músculo económico de Arabia Saudí para sustentar todo el proyecto. Dicho Fondo es gobernado por Yasir bin Othman Al Rumayyan, un hombre de negocios que ya está en el mundo del fútbol, es el presidente del Newcastle United, además de controlar a la principal petrolera del país y ser una de las cabezas visibles del nuevo circuito de golf.

Los cuatro equipos de fútbol adquiridos por el PIF.

El pasado mes de junio daba comienzo la segunda fase del plan deportivo ‘Visión 2030’: la privatización de los cuatro grandes equipos del país. Es decir, el PIF se hará con el 75% de la propiedad y el 25% restante será para entidades sin ánimo de lucro. Un cambio de reglamento que permite a todas aquellas empresas afiliadas al Fondo de Inversión Pública adquirir acciones en los clubes, que inyecten su dinero y ayuden a garantizar la sostenibilidad financiera de los mismos.

Al Hilal, Al Nassr, Al Ittihad y Al Ahli son los cuatro equipos que pasarán a manos del PIF. Una realidad que se ha hecho palpable en el mercado, ya que han sido los cuatro conjuntos que más futbolistas han sumado a sus filas y los que más inversión han realizado. El objetivo es aumentar los ingresos de la competición doméstica y pasar de 450 millones de riales a más de 1.800 millones de riales anuales, unos 450 millones de euros

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