El regreso de Teresa Rivero: Las claves del 'cónclave' de los Ruiz-Mateos en Plasencia ante una nueva boda

El fin de semana del 26 al 28 de abril el clan Ruiz-Mateos volverá a reunirse. Lo hará con motivo de la boda de uno de los nietos del ya fallecido José María Ruiz-Mateos —dueño de Rumasa— y su viuda, Teresa Rivero (89 años). La boda, que tendrá lugar en Plasencia (Cáceres), unirá a Joaquín Bohórquez Ruiz-Mateos —hijo de Patricia Ruiz-Mateos Rivero y Joaquín Bohórquez y Crespí de Valldaura­— con Isabel García-Morales Merino.

Se espera que la boda sea una gran celebración. Tal y como apuntan algunos medios como El periódico de Extremadura, los hoteles de la zona —Parador de Turismo, Hotel-Palacio Carvajal Girón y los Apartamentos Succo— están completos el 27 de abril.

Otros miembros de la saga escogieron para sus enlaces otros municipios como Jerez de la Frontera o Sotogrande, pero en esta ocasión los novios han elegido la localidad extremeña por ser la tierra natal de la novia y se casarán en la catedral de la ciudad, en la que recientemente robaron objetos valorados en más de un millón de euros.

Alejados de los problemas judiciales de los tíos del novio, la pareja que contraerá nupcias este mes vive una vida discreta. Joaquín Bohórquez Ruiz-Mateos estudió Gestión y Administración de Empresas y trabaja en la empresa de publicidad IPG Mediabrands como planificador de medios digitales. Su futura mujer, Isabel, es profesora de primaria y da clases en el colegio Santo Domingo FESD.

Aunque son los hijos varones de José María Ruiz-Mateos los que siguen envueltos en procesos judiciales, el padre de Joaquín, Joaquín Bohórquez y Crespí de Valldaura también ha protagonizado titulares. Y es que el padre del novio fue el encargado de adquirir la casa de José María Ruiz-Mateos Jr. en Aravaca cuando esta salió a subasta, según informó el medio Vanitatis. Aunque el precio de salida era de 1,6 millones de euros, Bohórquez ofreció 860.244,84 euros, la cantidad más alta al cierre de la subasta. De este modo, la casa se quedaba en la familia.

El retorno de Teresa Rivero

La nueva boda de la saga es la cuarta de los nietos del clan que se celebra en los últimos tres años. Ya se casaron Rocío Ojeda (hija de Rocío Ruiz-Mateos), Carlota García-Jarana (hija de Paloma Ruiz-Mateos) y Paloma Perreau. Esta última es uno de los cuatro descendientes de Begoña Ruiz-Mateos con su exmarido, Carlos Perreau, con quien tuvo dos hijas y dos hijos.

Teresa Rivero.

Aunque en el próximo enlace de los Ruiz-Mateos se espera que el clan acuda prácticamente en su totalidad, la boda de Paloma, según contaron fuentes familiares que asistieron al evento, fue más discreta. Sí que acudió, no obstante, la matriarca del clan, Teresa Rivero, que volvía a la escena pública.

“Teresa se encuentra estupenda, una maravilla, a pesar de todos los disgustos y sufrimientos que le tocó pasar y que sigue pasando por culpa de sus hijos varones... Está muy bien a sus 89 años”, comentaban las citadas fuentes. 

La Justicia y los varones Ruiz-Mateos

La saga Ruiz-Mateos también está de actualidad por los asuntos pendientes con la Justicia que mantienen los hijos varones del empresario gaditano. Actualmente se encuentran inmersos en un juicio por la presunta estafa de los pagarés emitidos por Nueva Rumasa —la empresa que la familia constituyó tras la expropiación de Rumasa— entre 2009 y 2011. Juicio que comenzó en enero y que se extenderá hasta este mes de abril, cuando se prevé que declaren Álvaro, Zoilo, José María, Pablo, Francisco Javier y Alfonso Ruiz-Mateos.

A los ‘líos’ de Nueva Rumasa se unía en julio de 2023 la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que ordenaba calcular de nuevo el valor del holding de la abeja.

El empresario fallecido José María Ruiz Mateos y sus seis hijos.

El fallo judicial recordaba que la familia Ruiz-Mateos cuantifica el valor de la Rumasa expropiada por el PSOE en unos 14.000 millones de euros y que debía "ponerse en marcha un procedimiento administrativo para calcularlo de nuevo". Abogacía del Estado, por su parte, mantiene que la valoración del grupo en el momento de la expropiación presentaba un agujero de más de 260.000 millones de pesetas y que, por lo tanto, el justiprecio debía ser el de cero pesetas por acción.

A pesar de todos estos frentes abiertos, los Ruiz-Mateos tienen tiempo para celebraciones y este mes de abril se espera que se reúnan en Plasencia para celebrar una boda más del clan.